Principio de error

Texto para catálogo de la exposición ‘Principio de error’ de la artista Natalia Fariñas

PRINCIPIO DE ERROR / BORRAR LA HISTORIA

ISBN 978-84-938771-5-6

  • Sin Título, 2012  Sylvia Molina

Un libro no tiene objeto ni sujeto, está hecho de materias diversamente formadas, de fechas y de velocidades muy diferentes. Cuando se atribuye el libro a un sujeto, se está descuidando ese trabajo de las materias, y la exterioridad de sus relaciones. (…) En un libro, como en cualquier cosa, hay líneas de articulación o de segmentaridad, estratos, territorialidades; pero también líneas de fuga, movimientos de desterritorialización y de desestratificación. (…)

Escribir no tiene nada que ver con significar, sino con deslindar, cartografiar, incluso futuros parajes

Deleuze y Guattari 1

El proyecto «Borrar» consiste, tal y como introduce la autora, en interpretar, mediante el uso de grafito y del Tipp-Ex, imágenes que forman parte de la Historia del Arte. La propuesta que nos presenta se encuentra entre los límites borrosos de la historia y la no-historia, lo presente y la ausencia… la dualidad plausible de obras ‘borradas’ con Tipp-Ex como ‘obra para ser expuesta’ (dibujos en papel) y como ‘obra para ser llevada’ (cajas de artistas con un rollo inabarcable de lo que quiere ser dicho para desaparecer –papel térmico- y el registro performático del bote gastado de Tipp-Ex como ‘objeto del delito’2). La obra evidencia que, más que borrar la historia, se está generando otra a partir de ella.

En la serie, la artista, Natalia Fariñas, reescribe una historia poniéndola en tela de juicio y por tanto, como si de un canon de Bach se tratara, genera un bucle posmoderno respecto al planteamiento inicial; reescribe una nueva historia que pretendía cuestionar y la cual no quiere reconstruir.

La trampa historicista (Vasari) de etiquetar, categorizar y, en definitiva, delimitar lo que es o no es arte, queda cuestionada en este proyecto. La elección de unas obras u otras sólo se basa en el reconocimiento de obras pertenecientes al imaginario colectivo el cual pretende cuestionar. Pero fundamentalmente, de lo que nos habla su obra es de ese espacio borroso, de un encuentro con ‘el medio’, con el interlineado, con lo que existe entre lo que está definido y delimitado, entre la historia que nos cuenta y lo que queda al no ser contada. Al ser borrado cuestiona de nuevo el ‘orden’3 de la historia.

La información y el saber son granulados, como el azúcar, y nos llegan en montones, como terrones. La lógica borrosa es computar con palabras y las palabras son etiquetas de los montones..

LOTFI ZADEH4

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Proyecto e imagen de la artista Natalia Fariñas

La Lógica Borrosa de Zadeh rompe con la lógica clásica impuesta por Aristóteles y presente aún hoy en nuestros días. Para la lógica borrosa, la afirmación no debe ser verdadera o falsa, sin términos medios. Ya no es A o no A como impuso Aristóteles, la lógica borrosa admite la existencia de lo indeterminado, de lo vago, de los contornos indefinidos. Ya no es blanco o negro sino que se acepta el gris, la incertidumbre, las contradicciones. Ya lo decía Baudelarie que, en la declaración de los Derechos Humanos, se habían olvidado el incluir el derecho a contradecirse, y la lógica borrosa lo ha hecho real y no de una manera teórica sino llevándolo a la práctica, a la vida real.

El proyecto ‘borrado’ no habla de negación, de eliminación, de anulación, sino todo lo contrario. Habla de lo que no está presente pero es, está. Habla de los grises, de los intermedios, de los espacios interlineales, de hacer patente la borrosidad de una historia aniquilada al sernos presentada como cerrada, cierta y constringente.

Lo interesante de este proyecto es, tal y como la autora reflexiona, es el ir ‘más allá de las palabras o los bolígrafos seleccionados, del camino del discursoinclinado, está el entrelineado, todos aquellos tachones que se sacrificaron porestas palabras, todos esos márgenes que se convirtieron en centro. Me posicionoen un discurso abierto y permeable, en el que el lector es libre de borrar el textoy/o las imágenes que configuran esta memoria de memoria(s).’ 5

Al releer la descripción del proceso ‘técnico’ observamos la importancia de los espacios intermedios…

Las palabras disponibles presionan allí para ser escogidas en función del espacio exterior, y al mismo tiempo la pared del silencio presiona de manera muy compleja en dirección opuesta. Ese reino de sombras, que son las palabras oprimidas y oprimentes, se denomina habitualmente el espacio del pensamiento; pero esa terminología comporta el peligro de olvidar la vinculación directa de ese espacio con el cerebro”

6Flusser7

Este espacio intermedio, este ‘reino de sombras’ propuesto por Flusser como lugar de generación de contenidos entre un espacio y otro es lo que podríamos llamar el espacio <i>8. Un espacio intermedio entre los lugares y los no-lugares de Augé. Los lugares ‘como indicadores del tiempo que pasa y que sobrevive’ y los no-lugares, provisionales y efímeros, existentes al igual que los lugares.

Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar. (…)

El lugar y el no-lugar son más bien polaridades falsas: el primero no queda nunca completamente borrado y el segundo no se cumple nunca totalmente: son palimpsestos donde se reinscribe sin cesar el juego intrincado de la identidad y de la relación.

Augé9

Lugares cuyos límites son así borrosos, como ‘reino de sombras’ (Flusser). Una propuesta que media entre dos lugares y dibujan un espacio borroso como si de un palimpsesto se tratara. El proyecto que nos presenta la artista Natalia Fariñas se construye, entre los no-lugares de la historia del arte, entre los espacios borrosos de las categorías cerradas y constringentes que la historia nos da como herencia. En el ‘reino de las sombras’ producidas por las luces cegadoras de lo cerrado, limitado y una ‘verdad absoluta’ heredadas de la Historia del Arte y que es puesta en entredicho.

La función de los educadores es representar el conocimiento y difundir ciertas representaciones del arte en el ámbito educativo. Los educadores del arte son conscientes de las imperfecciones del lenguaje como vehículo para representar todas las formas de conocimiento. (…)

La principal lección que se puede extraer del fenómeno de la representación, desde el punto de vista de la educación, es posiblemente que el proceso de la enseñanza no puede proporcionar representaciones absolutas de la verdad.

Efland, Freedman, Kerry10

1DELEUZE, G. y GUATTARI, F.. Mil Mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Valencia: Ed. Pre-Textos, 1997. p. 10

2 Como objeto encontrado tal y como la artista lo pone en escena (es etiquetado como si de una prueba de un crimen se tratara).

3 Orden como «un proceso dinámico en el que se ven implicados el sujeto, el objeto y el ciclo de percepción-comunicación que los une y relaciona»

BOHM, D. Y PEAT, F.D. Ciencia, orden y creatividad. Barcelona: Ed. Kairos, 1998. p. 138

4 ÁLVAREZ, Chelo. La Lógica borrosa. Revista: Planeta Humano. Nº1, Marzo 1998. Pág. 86-95.

5 Nota de la artista

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7 FLUSSER, Vilem. Los Gestos. Barcelona: Ed. Herder, 1994. p. 45

8 Véase artículo: MOLINA, Sylvia. Espacio Intermedio: Visual-Virtual de la publicación Entorno. Sobre el espacio y el arte. Madrid: Ed. Complutense, 1995.

9 AUGÉ, Marc. Los no lugares. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad. Barcelona: Ed. Gedisa, 2004. p. 83-84.

10 EFLAND, Arthur D., FREEDMAN, Kerry, STUHR, Patricia. La educación en el arte posmoderno. Barcelona: Ed. Paidós Arte y Educación, 2003. p. 83