En los inicios de la investigación sobre la sinestesia entre la imagen y el sonido, nace el proyecto «a minúscula» (1991).
La genética del medio con el que trabajo responde a la pregunta: ¿Qué hace una fotocopiadora? Copia, amplía, reduce, invierte…
Una recursividad basada en la misma pregunta que toma vida en posteriores trabajos de eletrografía y fax art (como «Kreis und Quadrat») y en donde es el medio el que genera el propio proyecto como si de un algoritmo se tratara.
Cada fragmento de la pieza forma parte de un total. Un proyecto donde el silencio (en forma de A4 en blanco) y la fragmentación de la propia letra (trazos casi irreconocibles si los descontextualizamos), genera un proyecto difícil de abarcar cuasi como del mapa escala 1:1 de Borges se tratara.
cada pieza es un a4
todas ellas son una a
solo una a
una a que desaparece